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Entrevista a Jordi Vilaró sobre el papel de la fisiorespiratoria en la UCI

En Lovexair hemos tenido el placer de poder entrevistar a Jordi Vilaró, miembro de nuestro Consejo Asesor. Vilaró es especialista en Enfermedades Respiratorias, Dr. en Ciencias de la Salud e Investiga

 

 

 

En Lovexair hemos tenido el placer de poder entrevistar a Jordi Vilaró, miembro de nuestro Consejo Asesor. Vilaró es especialista en Enfermedades Respiratorias, Dr. en Ciencias de la Salud e Investigador en Fisioterapia y Rehabilitación Pulmonar y Cardíaca.

La fisioterapia respiratoria es todavía una gran desconocida para el público general. ¿Cuál es el papel de la fisioterapia respiratoria en la Unidad de Cuidados Intensivos durante la crisis por la COVID-19 ?

En el momento en el que empezaron los primeros casos, la importancia de la fisioterapia respiratoria estuvo un poco en duda debido al desconocimiento de la enfermedad. Uno de los objetivos de la fisioterapia es conseguir la eliminación de las secreciones dentro de los pulmones, pero hay que tener en cuenta que las secreciones son una fuente de transmisión de la infección considerable y por ello se frenó la entrada de los fisioterapeutas respiratorios.

Una vez pasó esta semana y se empezaron a tener mayores conocimientos, se pudo confirmar que había menos secreciones en los pulmones de lo esperado en una infección que genera una neumonía vírica, y también que esta infección provoca una fibrosis importante en los alveolos.

Al verse afectados los alveolos, que es dónde se realiza el intercambio de gases durante la respiración, ¿cómo ayuda la fisioterapia respiratoria en estos casos?

Mientras la persona se encuentra en esta fase de la infección, puede ser una gran ayuda en la mejoría de la ventilación de los pulmones, pero sobre todo a mantener la elasticidad y distensibilidad de los alveolos. Sabemos que si los alveolos están más distensibles, habrá menos fibrosis y así se facilitará la recuperación, de ahí la importancia de la fisioterapia respiratoria en las unidades de cuidados intensivos.

 

Debido a esta afectación, las persones necesitan un ventilador mecánico para poder respirar, y se ha comprobado que la figura del fisioterapeuta respiratorio hace que los días de conexión a un respirador disminuyan.Hay que tener en cuenta que una de las grandes complicaciones ante la COVID-19 es la afectación general a nivel muscular. Es decir, alguien que está en cuidados intensivos con el apoyo de un ventilador mecánico, es alguien que está en cama sin moverse las 24 h, en una posición de decúbito pro. A medida que pasan los días, empieza a tener lugar una alteración importante de la musculatura y a partir de la primera semana, una vez ya llevas 7 días en cama, se pierde un 10% al día de masa muscular.

Las personas que pasen más de 15 días en la UCI, al salir habrán perdido muchísima masa muscular, complicando considerablemente su recuperación.

Pero no es todo, además se genera lo que se denomina miopatía, una alteración por inflamación de las fibras musculares, es decir, el músculo se deteriora y pierde la capacidad de realizar contracciones. Una de las funciones de la fisioterapia respiratoria en la UCI es mantener la movilidad de estas personas, realizar acciones para activar los músculos, a pesar de que no se puedan mover, por ejemplo con electro estimulación.

Considerando estas circunstancias ¿Cómo es el proceso de  rehabilitación en las personas que han superado la COVID-19?

Cuidados intensivos es el momento más crítico, a pesar de que se puso en duda y se han aumentado plantillas, la presencia de fisioterapeutas respiratorios en la UCI sigue siendo muy limitada en España y ahora se ha visto como en otros países de Europa y Latinoamérica hay profesionales en las unidades de cuidados intensivos en todo momento.

Después de las actuaciones en la UCI, el paciente pasa a planta y ahí continua la rehabilitación donde se realiza un trabajo de reactivación, para poner en marcha toda la musculatura.

Lo que sí hemos detectado es que los trabajos aeróbicos son menos tolerados debido a la falta de ventilación y respiración. En cambio, un trabajo de fuerza es bien tolerado y ayuda a recuperar la musculatura sin comprometer los pulmones. Los enfermos se fatigan muy rápido, y por ello, los programas han de ser suaves, lentos y progresivos, en comparación a otras patologías.

Una vez fuera del hospital, ¿cómo continua la rehabilitación?

El problema que hemos detectado es que los enfermos por la COVID-19 muchas veces están solos, no tienen a nadie cerca, el entorno tiene miedo, y sufren de pánico y el estrés post traumático por la situación vivida. Esto genera que cada vez sean menos activo y en casa acaben perdiendo lo que han ganado mediante la rehabilitación en el hospital y se complique aún más su situación.

¿Conocemos a día de hoy el alcance de las posibles secuelas?

Aún no sabemos con toda certeza cuáles van a ser las secuelas a medio plazo, pero si comparamos con otras patologías que necesitan ventilación mecánica, sabemos que se produce miopatía, atrofia, afectación pulmonar, sensación de ahogo, además de los problemas articulares. También conocemos que, debido a la falta de oxígeno, tienen lugar afectaciones a nivel del cerebro con pérdidas de memoria, como olvidar cómo se realiza una acción o cómo se estructura una conversación.

Estos serían algunos ejemplos de los casos más graves, pero entre un 25-30% de las personas tendrán dificultades para volver a sus rutinas diarias. Algunas personas pueden tardar entre 6 meses y un año en volver al trabajo o poder conducir. Es aquí donde la fisioterapia respiratoria tiene un papel clave, en la fase post hospitalaria.  Se necesitarán también profesionales especialistas en el campo de la psicología, nutrición y terapeutas ocupacionales.

Considerando las patologías de evolución similar, lo que conocemos es que es que si no se trata, el número de recaídas es mayor. Si no se proporciona una buena rehabilitación a todas las personas, las recaídas serán importantes y se traducirán en ingresos hospitalarios, uso de recursos sanitarios, visitas al psicólogo, psiquiatra, etc. Es decir, que o bien diseñamos un buen sistema, o a la larga la carga sobre el sistema sanitario será mayor. Si no se destinan recursos suficientes, puede acabar generando un gasto mayor y un desgaste del sistema sanitario.

En colectivos de riesgo, esto es aún más sensible, debido a que el deterioro de su sistema pulmonar de base ya es de por si grave, por ello al salir de la UCI una afectación muy severa y difícilmente recuperable, con muchas limitaciones, como quedar de forma permanente con oxígeno o con un ventilador permanente por las noches.

Pero este fenómeno va más allá, según algunos cardiólogos como Ramón Brugada. Hasta ahora nos hemos centrado a tratar a las personas en la UCI, pero el reto será tratar todas las secuelas que quedan en las personas afectadas y a la vez atender a las personas que no se han infectado por la COVID-19 pero que ya tenían una patología respiratoria o cardíaca y a las que se ha desatendido totalmente.

Ante esta situación, se puede generar una preocupación en las personas con enfermedades respiratorias, ¿podemos hacerles llegar un mensaje positivo?

Sí hay un mensaje positivo que dar y que reforzar. Esta situación nos ha de ayudar a ver la importancia de que las personas afectadas se informen, se cuiden y sepan ver en qué situaciones no es necesario acudir al profesional sanitario y sean capaces de resolverlas las de forma autónoma, si es posible.

Por ejemplo, en el caso del asma, hay mucha preocupación en este sentido. Si detectamos que estamos a punto de entrar en una crisis de broncoespasmo, se puede actuar de forma individual. Sabemos que se puede controlar, entrenando el autocontrol, rebajando la ansiedad, tomando la medicación prescrita que pauta el médico y siguiendo sus recomendaciones de forma estricta.

En patología respiratoria, hay una serie de consejos sobre la respiración que de forma autónoma se pueden hacer individualmente y que pueden ayudar a atenuar estos efectos. Habitualmente se hace de forma presencial guiado por un profesional, pero si se aprende a hacerlo de forma autónoma, el profesional puede ayudar a distancia. Esta es la gran ventaja de la fisioterapia respiratoria.

Es un cambio y debemos aprender porque este modelo llega para quedarse y en el futuro se combinará asistencia presencial y no presencial porque se puede hacer perfectamente, se pueden guiar ejercicios a distancia y es fácil ver si se realizan bien o no. Debemos tener en cuenta esta posibilidad, de este modo se facilitaría la gestión de la enfermedad a  las personas que viven con preocupación e ansiedad;  pudiendo contactar con el profesional a distancia. Los colegios de fisioterapeutas ya están considerando estas posibilidades y se están poniendo a disposición de las personas que lo necesiten en breve.

Muchas gracias Jordi por tu tiempo, es un placer conversar contigo.

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